Si usted tiene uno de los 1,7 millones de hogares españoles con calefacción central, seguro que ya le han hablado en alguna ocasión de los repartidores de costes de calefacción. Y lo más normal es que aún no sepa muy bien qué es o, si ya lo sabe, desconozca cómo funcionan exactamente. Vamos a intentar ayudarle a salir de dudas planteando muchas de las preguntas que se pueden realizar ustedes.
¿Qué son los repartidores de costes de calefacción?
Índice
El 25 de octubre de 2012 el Parlamento Europeo aprobó la Directiva Europea 2012/12 relativa a la eficiencia energética. Entre otros puntos, la norma recogía la obligatoriedad en las comunidades de vecinos con calefacción central de que todos los vecinos instalasen en sus radiadores un repartidor de costes individual. Es un pequeño aparato que se instala en el radiador y mide el consumo del mismo, de tal forma que, finalmente, cada vecino pague por el consumo real que hace de calefacción, y no su parte correspondiente del consumo general, como sucede hasta la fecha.
La Unión Europea quiere terminar con el despilfarro energético que se produce en muchas viviendas. Se acabaron las ventanas abiertas en enero porque hace calor en la casa o que toque “pagar” la calefacción que consume el vecino. Y, por cierto, no es un invento moderno, en algunos países del norte de Europa se utiliza desde hace 80 años.
¿Cómo funciona?
La empresa homologada para la instalación colocará un pequeño aparato llamado Doprimo en cada uno de los radiadores de la vivienda. Este aparato tiene en cuenta aspectos tales como que tenga un sofá colocado delante o cualquier otra interferencia en la medición del resultado. Lo ideal es que este aparato se complemente con vávulas termostáticas para poder regular la temperatura del radiador. En la comunidad de vecinos se coloca un pequeño aparato en una zona común que recibe vía radio las mediciones de cada aparato y los envía a la empresa encargada de realizar las facturas mensuales durante los meses en que está encendida la calefacción. Con estas facturas, cada vecino abona el consumo realizado.
Se acabaron las ventanas abiertas en enero porque hace calor en la casa o que toque “pagar” la calefacción que consume el vecino.
¿Verdaderamente supone un ahorro?
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), está comprobado en las comunidades de vecinos en que ya funciona, apenas el 10-15% del total, que los ahorros pueden suponer entre el 20 y el 30% del consumo de calefacción de la Comunidad y que la inversión se amortiza en cinco años. Otra cifra la ofrece la Universidad de Alcalá de Henares en un estudio realizado para la Asociación Nacional de Repartidores de Costes de Calefacción, AERCCA. En el mismo, la entidad universitaria afirma que una familia que viva en una casa con calefacción central puede ahorrar 250 euros al año en su factura energética, además de reducir sensiblemente las emisiones contaminantes a la atmósfera.
En la práctica, lo primero que tiene que decidir la comunidad es que parte del gasto anual de calefacción irá destinado a la parte fija y cuál a la parte variable. Ambas serán parte de la factura de cada vecino. La habitual es destinar el 30 ó 40% a la parte fija y el 60 ó 70% restante a la parte variable.Esta distinción se realiza para que, por ejemplo, un vecino que tenga el piso cerrado no pague consumo, pero sí aporte al sostenimiento y mantenimiento del sistema de la calefacción de la comunidad.
Una vez establecido este baremo, las comunidades de vecinos están tomando dos opciones:
Pagar menos cuota mensual.
Para ello, lo primero es saber qué parte de la cuota mensual de la comunidad se está destinando a la calefacción. Esta cantidad saldrá del consumo de gasoil, más la cuota de mantenimiento, más las averías. Una vez establecida esta cuota, se descontará de la cuota mensual. A cambio, cada vecino deberá ingresar en la cuenta de la comunidad la factura que le llegará entre los meses de noviembre a abril.
Regularizar tras la campaña de invierno.
En otras comunidades se decide pagar la misma cuota de comunidad y regularizar los consumos tras la campaña de invierno. Se suma el consumo de gasoil con el mantenimiento y las averías, y cada vecino regulariza su situación con las facturas recibidas. O abona la diferencia o recibe un talón por el ahorro generado al haber cerrado radiadores durante algunos periodos de tiempo.
Lo que está claro es que ningún vecino volverá a abrir las ventanas. Si tiene calor cerrará algún radiador disminuyendo el consumo de gasoil de la comunidad y reduciendo la carga contaminante. Multiplicado por millones de hogares en Europa hablamos de cifras importantes. Este es el objetivo de la Unión Europea.
¿Cuándo entrará en vigor?
Este es uno de los grandes problemas en España. No se sabe. Lo único cierto es que será de obligatorio cumplimiento porque España debe trasponer a su legislación esta Directiva Europea… pero nuestro país lleva ya dos años de retraso. Curiosamente, lo único que se ha aprobado en nuestro país es el régimen de sanciones a las comunidades que incumplan esta obligatoriedad cuando se apruebe. Éstas irán desde los 1.001 a los 10.000 euros. Cuando el Gobierno apruebe definitivamente la ley, os lo haremos saber a través de este blog y nuestras redes sociales.