La impermeabilización es la protección de nuestras viviendas contra el agua.
En ella intervienen cubiertas, azoteas, fachadas, patios interiores, muros, forjados de sótano… Por ello hay que concederle la importancia que merece.
Una buena impermeabilización pasa desapercibida, sin embargo, un pequeño fallo en la misma puede generar daños importantes y estos pueden ser:
- “Simples” daños estéticos: Al entrar agua al interior de la vivienda, esta puede dejar una marca antiestética en el interior.
- Daños personales: Si se filtra el agua y se producen hongos en el interior, pueden llegar a provocar daños respiratorios en los habitantes de la vivienda.
- Problemas estructurales: Estos son los más peligrosos, ya que al no ser visibles no somos conscientes del daño que realmente están causando.
- En las estructuras de hormigón, la filtración de agua puede provocar que la armadura interior se oxide o se lave la parte cementosa.
- En una estructura de madera, al humedecerse aumenta la probabilidad de que sea atacada por insectos y hongos xilófagos (termitas, carcoma, hongos…)
- En una estructura metálica, esta puede oxidarse.
En todos los casos el material se ve debilitado de forma progresiva, lo que puede desembocar en fallos estructurales. Para solucionarlo existen multitud de productos y soluciones pero es recomendable tomar cartas en el asunto lo antes posible. ¡Ponte en contacto con nosotros y te daremos la solución que más se ajuste a sus necesidades!
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