La mejor forma de ahorrar energía es no consumiéndola, eso está claro. Pero igualmente es fácil de entender que la sociedad en la que vivimos exige cada vez un mayor consumo de energía, por lo que es fundamental comenzar a plantearse cómo ahorrar energía para que ese consumo necesario no nos ahogue.
En este sentido, es indudable que una de las mejores formas de ahorrar energía es con un buen aislamiento. Si logramos mantener nuestra casa alejada del frío en invierno y del calor del verano, necesitaremos mucha menos energía para mantener estable una temperatura de confort que nos haga sentirnos agusto en nuestra casa. Por eso es importante que veamos cómo un buen aislamiento nos puede ayudar a ahorrar energía… y a que los euros se queden en nuestro bolsillo y no salgan por las paredes, ventanas y puertas. Vamos a intentar explicaros algunos aspectos interesantes huyendo siempre de tecnicismos y con un lenguaje cercano que os permita entender a la perfección lo que os queremos contar.
Las medidas aislantes que podemos tomar en nuestra casa para protegerla del frío y aislarla del calor pueden afectar a la casa en sí o a ciertos elementos de su interior.
Cuando hablamos de elementos que afectan a la casa o edificio en sí, nos referimos a las actuaciones que podemos acometer para aislar bien el edificio. Por ejemplo, en alguna ocasión os hemos hablado del Aislamiento Exterior de Edificios.
Este sistema es conocido técnicamente como SATE (Sistema de Aislamiento Térmico Exterior), y consiste, básicamente, en trabajar sobre la fachada del edificio aplicando técnicas y productos aislantes que permiten actuar en la envolvente térmica del edificio. Además de lograr un gran aislamiento del edificio, esta técnica nos permite elegir diferentes acabados, lo que mejora mucho la estética del edificio, algo importante en muchos edificios antiguos.
Otra posibilidad de actuación en el edificio es la inyección de poliuretano en las paredes de la fachada, concretamente en sus cámaras de aire. Es una gran solución aislante y con una durabilidad estimada de 50 años por lo que es una de las más utilizadas actualmente.
Otra opción en la actuación del edificio es el trasdosado, es decir, el recubrimiento con materiales aislantes de una pared ya existente.
Pero no todas las opciones pasan por la actuación en el edificio. Lo ideal es combinar éstas con acciones en el interior de la casa. Por ejemplo, hay que tener en cuenta que una parte muy importante de la energía se escapa por las puertas, ventanas o cajones de las persianas, por lo que su aislamiento es muy importante para el ahorro energético. Existen en el mercado muchas opciones para mejorar puertas y ventanas y lograr que los billetes no se escapen por sus ranuras.
Como veis, hay muchas opciones para ahorrar energía con un buen aislamiento. Si os podemos ayudar, sólo tenéis que poneros en contacto con nosotros SIN NINGÚN TIPO DE COMPROMISO. Os diremos cuál es la mejor solución en vuestro caso.