Seguro que alguna vez has tenido la sensación de eco en una habitación cerrada. Es incómoda y dificulta mucho la audición, por lo que no se nos suele olvidar cuando la hemos sufrido. Es la reverberación, y sí, hay soluciones a la reverberación.
Pero empecemos por el principio. Menos de andar por casa que antes, podemos decir que la reverberación es un sonido generado por superficies duras que hacen que éste se mantenga. Es decir, la fuente original, por ejemplo nuestra voz, emite un sonido y una vez que éste ha finalizado, permanece ligeramente. Pero, como os hemos dicho, no os preocupéis porque existen soluciones a la reverberación, y sencillas en muchos casos.
Lo más importante es lograr el acondicionamiento acústico de la habitación. Para lograrlo, lo que tenemos que hacer es ajustar los tiempos de reverberación, para lo que hay que tener en cuenta aspectos tan básicos como el volumen de la habitación y los revestimientos de la misma. Es decir, debemos dotar a la habitación de revestimientos que absorban el sonido, no que lo reboten.
Para lograr todo esto, es importante instalar en la habitación estos elementos que ayudan a absorber el sonido. Por ejemplo, las alfombras, ya que éstas impiden que el sonido rebote en el suelo. Algo similar ocurre con las cortinas, que son tan importantes que en el mercado las hay específicamente para reducir ecos y reverberaciones. Otro tanto ocurre con los cuadros, que no sólo adornan, si no que también ayudan a reducir el rebote del sonido en las paredes. Y claro, el resto de muebles de la habitación también ayudarán a reducir esa reverberación.
Pero lo más importante, es que te dejes asesorar por un profesional, puesto que hay materiales absorbentes que pueden colocarse en techo y paredes para evitar la reverberación. Cada estancia y cada situación requerirán una solución concreta.