La factura de la luz… Cuántos disgustos da cada mes en muchas casas… Es inevitable, es ver el sobre y más de uno se pone malo. Es “la dolorosa de las dolorosas”. Por eso, lo más lógico es hacer todo lo posible por ahorrar luz y lograr disminuir el importe de la factura. Y, sin lugar a dudas, uno es los espacios más importantes para lograr ese ahorro de luz es la cocina. Por eso, vamos a ver cómo podemos ahorrar luz en la cocina y ser más eficientes energéticamente.
Lo primero que tenemos que tener claro es que en la cocina se encuentran algunos de los electrodomésticos que más luz gastan de toda la casa: el frigorífico, la lavadora, el lavavajillas, la vitrocerámica… En muy pocos metros tenemos un gran consumo de luz, así como vamos a ver, uno por uno, qué podemos hacer para ahorrar luz en la cocina.
EL FRIGORÍFICO. Es el rey del consumo eléctrico no sólo en la cocina, sino en toda la casa. Por eso será un eje fundamental para ahorrar luz en la cocina. Lo primero que tenemos que tener claro es que cada vez abrimos la puerta estamos echando unos céntimos en la hucha de la compañía eléctrica. Por eso, el primer consejo es que no abra la puerta del frigorífico salvo cuando sea indispensable. Y, por cierto, tenga claro antes de abrir qué es lo que quiere hacer. No abra la puerta y se quede mirando, salvo que sea el dueño de la compañía eléctrica. Otro aspecto importante es que hay que dejar enfriar los alimentos cocinados antes de meterlos en el frigorífico. Si lo hace antes, el frigorífico se verá forzado a trabajar mucho más para enfriar esa comida caliente. Y, como es lógico, si su frigorífico es muy antiguo, tiene que estudiar la posibilidad de cambiarlo por uno moderno cuyo consumo será mucho menor.
LA VITROCERÁMICA. Tres zonas de cocina maravillosas… que gastan mucho, pero mucho. Aquí hay dos consejos básicos. Manténgala limpia, puesto que la suciedad sobre las zonas de calentamiento hará que rindan mucho menos y necesiten más tiempo para calentar. Y, la segunda, aproveche el calor residual. Desde que apaga, hay unos minutos en los que la zona se mantiene caliente, lo suficiente para seguir cocinando los últimos minutos. Aprovéchelos.
EL LAVAVAJILLAS. Ya sabe, llénelo para aprovechar el lavado, peor tampoco más de lo necesario porque entonces no lavará bien. Además, procure retirar la suciedad mayor bajo el grifo, el lavado será más eficiente. Por último, no ponga siempre el mismo programa. En la mayoría de las ocasiones le valdrá con un lavado corto, lo que le permitirá lograr un gran ahorro en tiempo, temperatura y agua.
LA LAVADORA. Vamos a incluirla como electrodoméstico de la cocina aunque en muchas ocasiones está en la galería anexa. Aquí los consejos son casi los mismos que con el lavavajillas. Ojo al programa en el que se pone y su temperatura y procure que esté llena para aprovechar bien el ciclo de lavado.
EL HORNO. La puerta… No la abra durante el cocinado, pues se perderá temperatura con el consiguiente consumo eléctrico para alcanzarla de nuevo. Y procure usar los grados imprescindibles para cocinar ese rico asado.
Como veis, son muchos los aspectos que se pueden tener en cuenta para ahorrar luz en la cocina. No os olvidéis, la habitación de mayor consumo eléctrico de la casa.