Sí. El calor ya está aquí. Cada año llega antes y, por eso mismo, cada año se adelanta la época en la que todos nos preocupamos por el aire acondicionado. El que lo tiene, en su mantenimiento y puesta en marcha, y el que no lo tiene, está deseoso de comprarlo. A éste último nos dirigimos hoy porque vamos a hablar de la instalación del aire acondicionado. ¿Qué aparato debemos comprar? ¿Dónde colocarlo? Vamos a daros algunas claves que pueden ser importantes.
LA COMPRA DEL APARATO DE AIRE ACONDICIONADO
Índice
Lo primero que debemos decidir es sí vamos a comprar únicamente aire acondicionado o también incluirá la bomba de calor. Hoy en día ya no hay tanta diferencia de precio, así que nuestro consejo es que lo compréis con bomba de calor. Siempre os puede sacar de algún apuro por la avería de la calefacción en invierno. A partir de aquí debemos tener en cuenta la habitación que queremos enfriar. No es lo mismo que la habitación tenga 15 metros cuadrados que 25. Hay una fórmula sencilla para calcular las frigorías que necesitarás. Calcula los metros cúbicos de la habitación y multiplica esta cifra por 50 y te dará las frigorías necesarias. Por ejemplo, para una habitación de 5 metros de largo por 4 de ancho por 3,5 de alto, será necesario un aparato de 3.500 frigorías.
LA INSTALACIÓN DEL AIRE ACONDICIONADO
Ya sabes que quieres un aparato con bomba de calor y has calculado la potencia que debe tener. Ahora toca saber dónde colocarlo. Vamos con la instalación del aire acondicionado.
Lo primero es que debe estar en la parte superior de la habitación. Debes intentar que no de directo a las personas… Pero lo que de verdad “manda” en su ubicación es la cercanía a la máquina que le hace funcionar. Eso sí, dentro de las posibilidades, sigue las indicaciones que te hemos dado, al igual que procura evitar que le dé el sol directo o que el termostato esté en espacio que registre datos reales de temperatura y no ofrezca lectoras erróneas porque le dé el sol, por ejemplo.
Por cierto, procura que el aire acondicionado sea lo más eficiente posible y que tenga calificación A+. Ya sabes, el precio suele ir en proporción al gasto posterior. Lo habitual es que cuanto más barato te salga el aire acondicionado, más consumirá luego.
Pues nada, ya puedes disfrutar del fresquito…