Bombilla de bajo consumo, led, de color cálido o frío… Hay muchas más dudas de lo que pueda parecer a la hora de comprar una bombilla para nuestra casa. Por eso, en nuestro ánimo de ser una página de utilidad para todos vosotros, os vamos a dar algunas claves que nos permitan un ahorro energético al comprar la bombilla.
ELEGIR LA BOMBILLA POR SU CONSUMO
Índice
Lógicamente, si lo que estamos buscando es el ahorro energético, lo más importante es elegir la bombilla en función de su consumo. Estos son los tipos existentes:
Incandescente
Eran las más habituales hasta que se prohibieron por parte de la Unión Europea. En concreto fue el el 1 de septiembre de 2012 cuando se firmó su defunción. ¿El motivo? Lógicamente, su alto consumo y poca duración, entre 1.000 y 1.200 horas. El 95% de la electricidad que consumen la transforman en calor y solamente el 5% en luz. Con esto queda dicho todo respecto a su escasa eficiencia. Aún pueden encontrarse en el mercado debido al gran stock que había, ya que dejaron de fabricarse hace muchos años.
De bajo consumo
La bombilla de bajo consumo funciona de forma similar a un fluorescente de toda la vida, por lo que tarda unos segundos en lograr el máximo de luz. Se considera que tiene un consumo 5 veces menor que las bombillas incandescentes y una duración muy superior, entre 6.000 y 10.000 horas. Puede suponer un ahorro del 80% respecto a las tradicionales.
Halógena
Los halógenos son focos ideales para iluminar zonas exteriores. Su duración se estima en unas 3.000 horas.
LED
Literalmente significa “Light emitting diode” (diodo emisor de luz). Sin lugar a dudas es el tipo de bombilla más eficiente que se puede encontrar en el mercado, ya que supone un ahorro en el consumo del 95% respecto a las bombillas incandescentes. Una bombilla de 3 watios es equivalente a una de 40 watios incandescente. El lumen es la cantidad de luz que genera una bombilla, y es mucho menor en las bombillas leds que en las tradicionales. Además, duran 50 veces más, con una vida estimada de 50.000 horas.
BOMBILLA SEGÚN EL COLOR DE LA LUZ
El color de la luz en las bombillas viene determinado por los grados Kelvin. Así, se distinguen tres tipos de luz:
Blanco cálido: Ideal para dormitorios, el salón, etc. ya que emiten una luz más amarillenta.
Blanco frío: Aconsejado en sitios que necesiten mucha iluminación, como garajes o trasteros.
Blanco puro: Se suele colocar en cocinas y cuartos de baño.
Con estas pinceladas ya podemos comenzar a ahorrar en el gasto energético de nuestra casa. Recordad que cada euro que ahorremos será nuestro y contribuirá a mejorar el medio ambiente. Y tampoco olvidéis nunca que el ahorro energético comienza siempre por un aislamiento en condiciones. De nada sirven muchas de las medidas que os aconsejamos en este blog si luego el calor o el frío se nos escapa por todos lados, ¿no os parece?